Décimo octava parte  LA  PRIMERA  GUERRA  MUNDIAL  DIA  A  DIA  por Carlos Enrique Fonseca Sánchez

6 DE JULIO         

El ministro de guerra alemán Erich von Falkenhayn y otros altos mandos militares del Reichsheer (Ejército imperial) dan su apoyo al káiser Guillermo II y al canciller Theobald von Bethmann-Hollweg en la idea de respaldar a Austria en un futuro conflicto con Serbia y Rusia (con el llamado “Cheque en blanco”), dando al embajador del Imperio austrohúngaro en Berlín Tschirschky y al enviado especial del kaiser Franz Joseph I, Conde Alexander Hoyos, la tranquilidad de que Alemania, en virtud de lo pactado en Triple Alianza, apoyaría sin reserva las acciones que el Imperio austrohúngaro sostuviese contra Serbia, ofreciendo también su apoyo en caso de que Rusia interviniera en favor de los serbios.

Luego de esto, el Kaiser Guillermo sale de Potsdam y viaja a Kiel, de donde realiza un crucero de verano en aguas del norte, dejando los asuntos en manos de Bethmann. El káiser en una muestra de su carácter autoritario, informó al alto mando alemán de su viaje justo antes de su salida.

La investigación de la policía austrohúngara llega a la conclusión de que el atentado fue tramado en la capital serbia, Belgrado, y que en su planeamiento intervinieron militares serbios, aunque sin intervención directa del gobierno de esa nación. El ministro austriaco Berchtold cree que la guerra contra su vecino eslavo no llegará a un conflicto general europeo, porque Rusia no intervendría. Para enviar una señal de tranquilidad, el Káiser decide no suspender su visita a los países escandinavos. El Káiser afirma que la crisis estará resuelta en una semana porque "Serbia se echará atrás".

El embajador austrohúngaro en Rusia, Czernin, sugiere al ministro del Exterior ruso Sazonov que los conspiradores serbios sean investigados y juzgados en Serbia, pero la sugerencia es rechazada.

El embajador de Alemania en Londres advierte al Foreign Office que el Imperio Austrohúngaro podría invadir Serbia, y que en tal caso contaría con el respaldo de su gobierno, pero esta advertencia no genera ninguna acción preventiva: la atención del gobierno británico está absorbida por la probabilidad de una inminente guerra civil en Irlanda.

Con el inicio del verano en Europa, buena parte de la población y sus funcionarios estatales comienzan sus vacaciones.

El Kaiser Guillermo pasa revista a sus tropas en Berlin