En esta parte pasare a comentar la situación de algunos países que se involucraron en los comienzos de la Gran Guerra, por ejemplo Rusia.
Rusia, la llamada protectora natural de los pueblos eslavos, era como hasta ahora el país más grande del mundo, en 1914 tenía una población de más de 150 millones de habitantes, de los cuales un tercio eran étnicamente rusos puros, el resto eran polacos, caucasianos, turcomanos musulmanes, judíos, eslavos bálticos, entre otros, todos unidos bajo el cetro de la dinastía Romanoff, que gobernaba el país desde más de 700 años. Para 1914 el zar era Nicolás II, un hombre muy instruido pero carente de manejo político, que permitió que una camarilla de aristócratas y militares gobernaran el imperio de manera muy dura, no permitiendo que se modifiquen en casi nada la estructura feudal y absolutista que tenía el régimen zarista.
El zar había crecido con el temor a los terroristas nihilistas, de origen anarquista que cansados del autoritarismo de la familia real y justificándose que lo hacían por el pueblo explotado, durante años desencadenaron oleadas de ataques terroristas que llevaron hasta el asesinato del zar Alejandro III, padre del zar Nicolás II.
En el interior de Rusia la situación era muy grave, la inmensa parte de la población era campesina y vivía en una profunda miseria bajo un régimen semi feudal donde una pequeña minoría de riquísimos nobles dueños de las tierras ejercía un poder ilimitado sobre la población (eran el 0,1% de la población y tenían el 30% de las mejores tierras del imperio). La propaganda oficial explicaba que el zar tenía su poder por origen divino y era respaldado por la conservadora iglesia Ortodoxa que ejercía una profunda influencia en la población, muy religiosa y que consideraba al zar como un padre que supuestamente los protegía y que en algún momento los iba a liberar de esa servidumbre. Una idea totalmente diferente a la del Zar que gobernaba de forma absoluta como en eras pasadas en Europa.
Además de la inmensa población campesina, existía un sector obrero que vivía en la miseria y explotación en las ciudades rusas, pero por las malas condiciones de vida estaba siempre agitada por socialistas y anarquistas. Para inicios de Junio de 1914, la casi mitad de las fabricas rusas estaban en huelga. Pero la represión zarista era severa y muchos dirigentes e intelectuales apresados eran enviados a las terribles prisiones de Siberia, a trabajos forzados. La capacidad industrial rusa era muy pequeña en comparación a los demás países europeos
Otro aspecto muy grave era las terribles deficiencias dentro del ejército ruso, que si bien era el más numeroso de Europa, estaba mal preparado, mal armado, sin buenos cuadros, ya que los oficiales eran nobles sin mucha preparación moderna, sin una eficiente red logística, sin medios de transporte adecuados. Rusia tenía una insuficiente red de ferrocarriles, la de Alemania era diez veces más grande y la de Austria siete.
Como trato de explicar brevemente, las condiciones en las que Rusia se encontraba para iniciar este conflicto eran pésimas, donde las enseñanzas de la fracasada guerra con el Japón de 1905 no cambiaron mucho la situación.
Todo eso se sumaba a la terrible influencia de un personaje escabroso en la historia rusa, que obtuvo mucha influencia sobre la zarina Alexandra esposa del zar; este fue el famoso Monje Rasputín, que de origen campesino siberiano llego hasta la corte imperial. Su historia la detallare después, pero este monje que se autonombraba “enviado de Dios” y que se había convertido en el “sanador” del zarevitch Alexei, único hijo varón de la familia real que sufría de hemofilia, en un momento fue el dueño de la voluntad de la zarina y por medio de ella controló el gobierno ruso pero de tal manera, que lo hizo más corrupto y se responsabiliza también de los desastres militares y financieros que llevarían al país a la famosa Revolución Rusa de 1917.
La familia imperial rusa, el Zar Nicolas con su esposa Alexandra y sus hijos |
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