sábado, 26 de julio de 2014

Trigésima sexta parte  (36º envío)
LA  PRIMERA  GUERRA  MUNDIAL  DIA  A  DIA  por Carlos Enrique Fonseca Sánchez
26 DE JULIO       
En Rusia el gobierno convocó con urgencia al Consejo de Estado y a la Duma, que apoyaron rápidamente la entrada en la contienda. El auge patriótico resurgió en todas partes, y acabó momentáneamente con algunos de los conflictos sociales y políticos entre partidos. Las huelgas casi de inmediato se suspendieron. Las fortalezas rusas en zonas fronterizas con Alemania y Austria-Hungría son puestas en estado de guerra.
El Rey Jorge V de Gran Bretaña y su primo el zar Nicolas II de Rusia
El gobierno francés cancela todas las licencias al personal militar y ordena el regreso a Francia de la mayoría de las tropas estacionadas en Marruecos.
El pequeño estado balcánico Montenegro aliado de Serbia, ordenó la movilización completa de su ejército de 50 mil soldados.
El ministro de Asuntos Exteriores británico, sir Edward Grey, tratando de mediar entre las potencias, insiste y propone que las potencias más poderosas, Gran Bretaña, Francia, Rusia, Alemania e Italia se reunieran en una conferencia para arbitrar en la disputa austro-serbia. Francia e Italia están de acuerdo en participar, Rusia también, pero Alemania declinó dicha oferta y todo fracasa. El ministro ruso Sazonov y Grey no pudieron logran convencer a los alemanes de que se unan a una mediación entre Viena y Belgrado.
Serbia y Bulgaria agudizando problemas anteriores rompen relaciones diplomáticas.
El Káiser alemán Guillermo II llega a Kiel de un crucero en el mar del Norte. Él estaba seguro que Rusia no lucharía en la eventual guerra. El Káiser alemán volvió a su palacio de Potsdam y celebró una conferencia con los principales líderes civiles y militares, discutiéndose la idea que Alemania amenace a Rusia si esta comenzaba su movilización y sus preparativos militares.
El Canciller austriaco Conde Berchtold recibió la respuesta de Serbia y escondió los documentos durante dos días. Austria-Hungría movilizó parcialmente ocho cuerpos de ejército en la frontera rusa. El jefe del ejército imperial austro-húngaro mariscal Conrad von Hoetzendorf dijo a  Berchtold que una invasión austríaca a Serbia no sería posible, solo en algunas semanas.
En Viena rechazaron la propuesta rusa para sostener conversaciones con respecto a Serbia. Rusia declaró que movilizara sus fuerzas en la frontera austro-húngara si Austria marchaba hacia Serbia.
Reservistas austriacos rumbo a sus cuarteles
Berlín pidió a Francia -que mostró una pasividad sorprendente durante toda la crisis de julio- que presionase a Rusia para que no interviniera. París aceptó a condición de que Berlín hiciera otro tanto con Austria, lo que Alemania rechazó.
El gabinete del ministerio de relaciones exteriores alemán cree que Francia y el Reino Unido se mantendrán ajenos a la crisis. El general Helmuth Von Moltke jefe del estado mayor alemán expresa su desagrado por la demora en atacar Rusia.
El Rey Jorge V expresa al Príncipe Enrique de Prusia y a Alemania que el Reino Unido desea permanecer neutral en caso de guerra.
Itsvan Tisza Primer ministro hungaro
Después de un viaje complicado, el general Putnik regresó a Serbia y ofreció su dimisión al rey Pedro I de Serbia por su resquebrajada salud y su edad pero fue rechazado, el rey insistió a Putnik tomar el mando del ejército, aunque sólo sea en un sentido estratégico, mientras que los generales más jóvenes, como Stepa Stepanović, Zivojin Mišić y Petar Bojović se harían cargo de las operaciones militares. Putnik tuvo que pasar la mayor parte de su tiempo en una habitación bien caliente.
Multitudes de personas a favor de la guerra emocionadas se reúnen en las calles de Berlín , Viena y París , en este último gritando "¡A Berlín!", que los lectores del libro “Nana” de Emile Zola recordarán también gritaron en 1870.  Un "prominente banquero" en Berlín le dice al reportero del New York Times, "La atmósfera se había vuelto insoportable; la guerra será un alivio”.
En Francia, durante el sonado juicio a Madame Caillaux por el asesinato del editor de “Le Figaro”, las cartas del ex ministro Joseph Caillaux a su entonces amante, la actual Madame Caillaux, finalmente se leen en los tribunales y dejan en claro que la relación era adúltera y ya quería poner fin a su matrimonio al leerse ("Lo que es molesto para los dos es que durante largos meses tendremos que emplear precauciones extremas "). Como el abogado llegó lo de "Mil millones de besos sobre cada parte de su pequeño cuerpo adorable," Madame Caillaux desmayó.
Hubo un animado debate entre dos de los jueces en el caso, sobre el manejo del juez que preside el juicio, que termino en un reto a un duelo, entre los dos jueces. Pero primero, tienen que solicitar al Ministerio de Justicia el permiso para el duelo

En un artículo no confirmado pero bastante polémico, Edmund Paris en su obra “El Vaticano contra Europa”, The Wickliffle Press. p. 14. dice: “El Papa Pío X en su odio por los cristianos ortodoxos continuamente incitaba al emperador Francisco José de Austria- Hungría a eliminar a los [serbios]. Después de lo que sucedió en Sarajevo en julio 26, 1914, el Barón Ritter un representante de Bavaria al Vaticano le escribió a su gobierno: “El Papa aprueba el trato terrible que se le está dando a Serbia. Él no tiene muy buena opinión de los ejércitos de Rusia y de Francia en el caso de la guerra con Alemania. El Cardenal, Secretario de Estado, no veía que Austria pudiese hacer guerra si no decidiese hacerlo en ese momento...” Allí en sus colores reales, estaba el Vicario de Cristo [el Papa], el gentil apóstol de la paz, el santo pontífice cuyos autores piadosos parecían haber muerto de tristeza al ver el surgimiento de la guerra”. Como les dije es bastante insidioso y no lo confirmo. Pero se puede encontrar en la web


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