lunes, 28 de julio de 2014

Trigésima octava parte  (38º envío)
LA  PRIMERA  GUERRA  MUNDIAL  DIA  A  DIA  por Carlos Enrique Fonseca Sánchez
28 DE JULIO       
Hoy día hace cien años, el martes 28 de julio,  se inició oficialmente la Primera guerra mundial con la publicación oficial de la declaratoria de guerra del Imperio Austro-húngaro al reino de Serbia. Esto a 30 días del asesinato en Sarajevo de los archiduques austriacos. Nadie pensó que sería una larga guerra, todos pensaban que para fin de año acabaría pero duro 4 largos años. La larga disputa de las alianzas europeas por el control de la política y economía mundial llego a su objetivo, una conflagración que llevara a la definición de quien tendría el poder en el mundo y finalmente la ganadora no fue ninguno de los bandos, fue finalmente los Estados Unidos que aparecieron y se consolidaron como eso.
La sucesión de hechos en este día fue así:
A pesar de los intentos de mediación ingleses y alemanes (conferencia de embajadores, negociaciones directas entre Rusia y Austria-Hungría), a las 11:00 am. se hace pública la declaración de guerra de Austria-Hungría a Serbia, con lo que se inicia la Primera Guerra Mundial.
A partir de entonces se produjo la cadena de declaraciones de guerra entre países europeos como respuesta a las alianzas militares, poco antes el gobierno austro-húngaro había declinado la última oferta de mediación hecha por Gran Bretaña.
Durante estas tratativas se puso en práctica - una vez más - el concepto enunciado por el famoso teórico prusiano de la guerra, Clausewitz, que escribió “la guerra es la continuación de la diplomacia por otros medios”.
Telegrama con la declaración de guerra de Austria a Serbia
Declaración oficial de guerra de Austria a Serbia




















En Alemania se hace el llamamiento a los reservistas a unirse a sus unidades militares.
En la Corte rusa los ministros discuten si intervenir o no. El ministro Sazonov se había reunido con el general Yanushkevich que le había presionado para convencer al Zar de la movilización y en la tarde se reúne con el Zar Nicolás II. Rusia ya estaba planeando la movilización parcial contra Austria-Hungría, pero manifestó que no tenía intenciones agresivas hacia Alemania.
Pero esa misma tarde el gabinete de exteriores ruso envió un telegrama a Berlin, Viena, Paris, Londres y Roma anunciando movilización de los sectores de Odessa, Kiev, Moscú y Kazán e informando de que quería evitarse cualquier enfrentamiento con Alemania. (Blogspot: la gran guerra1914-1918.html)
En Bucarest, el rey Carol de Rumania informó al Embajador de Austria-Hungría que neutralidad de Rumania estaba determinada por la de Italia. Bulgaria anunció su neutralidad.
Varias unidades de la flota británica reciben las órdenes de zarpar hacia sus estaciones de ultramar por la guerra.
Alemania rechaza la idea británica de presionar a Austria-Hungría, pero el Káiser vacila debido al riesgo de intervención británica, con la posibilidad de que su país apareciera como avalando una agresión, ya que la respuesta serbia luce como una claudicación absoluta, por eso discute con su canciller Bethmann-Hollweg para solicitar a sus aliados que comiencen negociaciones tras la ocupación de Belgrado por los austriacos. Pero el canciller y el estado mayor se las arreglan para sabotear las nuevas intenciones del Káiser.
El embajador ruso en París, el conde Izvolski, telegrafía a Sazonov que se puede dar por seguro el apoyo francés a Rusia en caso de guerra. Poincaré afirma a un miembro de su comitiva que "ya no puede haber acuerdo" de paz.
Bethmann-Hollweg obtiene del sector centrista del socialismo alemán la promesa de no obstaculizar un eventual esfuerzo bélico contra Rusia.
Alemania propone al Imperio Otomano una alianza militar, con el ánimo de controlar la entrada al mar Negro y asfixiar a Rusia.
Según informa el New York Times del 28 de julio, en Viena se registran marchas frente a las embajadas y disturbios porque los precios de algunos comestibles se triplicaron, debido al acaparamiento. El corresponsal informa que los telégrafos han sido reservados al exclusivo servicio del Estado y se ha establecido el control militar de los ferrocarriles. La nota afirma que “la paz de Europa ahora está en las manos del Káiser”.
A las 10:45 de la noche el káiser Guillermo telegrafía a su primo el zar Nicolás de Rusia, afirmando que utilizaría su influencia con Austria-Hungría “a que procure una avenencia franca y satisfactoria con Rusia”... pero le exige que acepte el castigo para los responsables serbios del atentado.
En Paris, durante el caso Caillaux, que cada día perdía más publicidad, el jurado absolvió  a Madame Caillaux, sin que los partidarios de ella mostrasen satisfacción ni los enemigos reanudasen sus protestas. La absolución se acogió con una completa indiferencia, ya que en estos momentos los franceses tenían asuntos más importantes de qué ocuparse y que llenaban su pensamiento completamente con era la guerra recién declarada y sus repercusiones.
En esta capital a pesar de la gran agitación por la guerra que se avecinaba,  el sentimiento anti alemán y el espíritu patriota por recuperar las provincias de Alsacia y Lorena, los socialistas pregonan por la paz como Gustave Herve director de la “Guerre Sociale que escribió: “¡El honor de Nicolás no permite que se toque a Serbia!, ¡El honor de nuestro aliado no se mostro cuando estrangulo a Finlandia, esclavizo a Polonia y a los judíos! … que la intromisión de Rusia solo puede aumentar el peligro, sin garantizar por ello la existencia de la pobre Serbia. Que ello solo seria hacerles el juego a los imperialistas alemanes”. No le faltaba razón en sus apreciaciones, pero la propaganda belicista y patriotera lo apagó.




Soldados rusos durante la movilización del ejercito

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