Doceava Parte (12) LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL DIA A DIA por Carlos Enrique Fonseca Sánchez
Este dia, el 30 de junio de 1914, durante las 'pesquisas' de la policía austriaca apareció medio escondico un dato muy significativo sobre el desencadenamiento del conflicto. Se trata del conocimiento por parte del Alto mando ruso del atentado de Sarajevo de junio de 1914. Sobre todo de las relaciones existentes entre el coronel Dimitrievich, jefe del grupo 'la Mano negra' y jefe -a su vez- del servicio de inteligencia militar serbio, y el agregado militar ruso en Belgrado, el coronel Artamonov. Además en los allanamientos de la policía austriaca en Sarajevo se informa que se hallaron papeles y objetos que muestran que el complot fue armado desde Belgrado.
El historiador italiano Albertini cuenta que aunque es cuestionable que Artamonov diese las garantías de apoyo ruso a Serbia en caso de un ataque austríaco, pero es del todo probable que el propio Artamonov estuviese al corriente del complot para asesinar al Archiduque, sino por Dimitrievich, por algún otro informante. Es evidente que no hizo nada para evitarlo. (Albertini, Luigi. Origini della guerra de 1914)
Eric Hobsbawm historiador marxista inglés, califica al atentado de Sarajevo como “intrascendente asesinato de un archiduque a manos de un estudiante terrorista en ciudad de provincias de los Balcanes”. Para él, el origen no está en localizar al agresor si no en la deteriorada situación que se escapaba al control los gobiernos. El juego de alianzas y contraalianzas que se había convertido la política exterior europea (con aliados impensables apenas 50 años antes como rusos, ingleses y franceses). Hobsbawm piensa que para los gobiernos de la época la guerra era algo no deseable, pero inevitable. Simplemente se decidió cual era el momento más favorable para iniciar las hostilidades. Los disparos de Gavrilo Princip fueron contra el archiduque Francisco Fernando pero también contra lo poco que quedaba de cordura en los gobiernos europeos.
El 30 de Junio, el embajador alemán en Viena, Heinrich von Tschirschky, visitó a conde Berchtold (era ministro de Asuntos Exteriores de Austria-Hungría desde 1912) y le pidió en nombre de su gobierno, que se actuara con firmeza y se tomaran medidas contundentes contra Serbia.
Austria-Hungría y Alemania exigieron a Serbia la apertura de una investigación, pero Slavko Gruic, secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores serbio, respondió con un «No se ha hecho nada hasta ahora y el asunto no atañe al gobierno serbio». Hubo enseguida una tensa negociación entre el Baron von Giesl encargado de negocios austriaco en Belgrado y Gruic.
El jefe del ejército austriaco Conrad von Hotzenburg exigió al kaiser la inmediata movilización militar, pero el káiser declino esto.
En Viena, la policía toma medidas de seguridad contra el Cónsul de Serbia que ha recibido muchas amenazas de muerte, así mismo continúan en Sarajevo los desórdenes contra eslavos, especialmente serbios; inclusive la policía salvo a un sacerdote ruso que estuvo a punto de ser linchado por la multitud.
Lenin en su folleto "El imperialismo - la fase superior del capitalismo" retrató la guerra como imperialista, causada por rivalidades provocadas por los monopolios financieros organizados, que por la competencia desenfrenada de los mercados y las materias primas había llevado inevitablemente a la guerra.
En otro artículo, posteado el 28 junio, 2012 por Lev Mishkin en Primera Guerra Mundial, encontré lo siguiente que me pareció interesante:
“En 1914 las potencias europeas, todas, llevaban al menos tres décadas de carrera armamentística, de acumulación y desarrollo tecnológico. Pero también el desarrollo económico llevaba a la competencia entre los imperios, Standard Oil, Deustche Bank o De Beers Diamond Corporation (por citar las que menciona Hobsbawm) no conocían de límites naturales para su expansión... Todo ello llevaba a una cada vez mayor influencia (o injerencia) de la economía (capitalista imperial) en los gobiernos. Se preparaba la guerra y se apoyaba en la retórica política, cultural o nacionalista-racista”.
De acuerdo con las memorias del embajador de Francia en Rusia, M. Paléologue, publicado en 1921 en la revista Revue des Deux Mondes, La gran duquesa Anastasia, hija del zar, contó que la princesa Militza le dijo, el 22 de julio de 1914 que su padre, el rey de Montenegro, les había informado en un telegrama cifrado, "tendremos la guerra antes de que finalice el mes [es decir, antes del 13 de agosto de estilo ruso] ... no quedará nada de Austria. ... Tendrá que tomar Alsacia-Lorena .... Nuestros ejércitos se reunirán en Berlín .... Alemania será aniquilado ". Es decir los gobiernos europeos ya sabían que se venia la guerra.
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